Impávido se quedó mirando cómo el fuego empezaba a trepar por las cortinas hasta el techo de madera. Vio desde afuera cómo, crujientes, empezaban a caer las vigas de su casa sobre todas las cosas que le eran queridas. No salvó nada. Dejó todo adentro. Con los ojos húmedos, le dio la espalda a los muros que caían vencidos entre cenizas y emprendió liviano el viaje, como nuevo nómada hacia lo desconocido.
Jairo Castillon
Foto de graduaciòn Novena cohorte Diplomado de Gestiòn Cultural, Semisfera - Bello |
No hay comentarios:
Publicar un comentario